Para los que mantienen sus notas altas: a subirlas al máximo, por encima de las nubes si hace falta.
Para los que están algo más raspadillos: venga chicos, que es solo un saltito.
Para los que están más bajillos: no os desaniméis, que todavía no está todo acabado, a estudiar duro y salir un pelín menos... y si eso no es suficiente, siempre os queda comprar un jamón de pata negra o una tableta de ibéricos a cada profesor.
¡Venga chicos, a por todas!